lunes, 20 de octubre de 2008

La vida

Somos absurdos.

Somos esclavos de aquello mismo que creamos para servirnos, somos absurdos. Tal parece que la vida del hombre es una vida de continua ironía: siempre aquello que inventamos, descubrimos o adoptamos termina adueñandose de nosotros, ponemos tanto poder en nuestras convenciones que esas convenciones terminan teniendo todo el poder. El dinero, el gobierno, el lenguaje, los medios, las adicciones, el matrimonio...Ejemplos hay miles.

Hay una cosa llamada sociedad, una máquina, un sistema enorme cuyo fin primero y último es que el hombre pueda vivir mejor de como viviría en soledad. Y creo que falla terriblemente, el hombre está más cómodo, sí, pero también menos libre, y oh sorpresa, más en soledad. Hay veces que me parece más deseable la vida del vagabundo que come cuando puede y así aprende que lo importante es comer, no lo que se come, el vagabundo que obtiene el dinero que puede y asi aprende que lo importante es utilizar el dinero, no tenerlo. Habría que huir, "sólo viviendo absurdamente se podría romper este absurdo" nos dice Cortázar, seguir la vida del absurdo, del que no tiene nada, del que no quiere nada que esté sujeto a convencionalismos, del cínico clásico, de Diógenes.

¿Cómo vivir pues, en esta vida moderna? ¿Es necesario salir del sistema para ser libre? ¿Podemos encontrar una suerte de punto medio? Quizá sí, me gusta pensar que es posible ser libre, o relativamente libre, sin tener que ser un Diógenes, sin tener que abandonar las costumbres del hombre común. Quizá basta con no perder la perspectiva:

A veces pensamos que la vida son esas cosas mundanas, tener que levantarse temprano, estar en una clase a cierta hora, pagar cosas como la luz, tener que hacer una infinidad de cosas todos los días, todos los días...Pero no es así! la vida no es ésto, la vida no es despertarse a las 4 de la mañana ni el próximo examen ni la cuenta de la luz, la vida va mas álla, no se trata de despertarse sino de que gano haciendolo, no se trata de las clases sino de lo que se aprende, no se trata de pagar la luz sino de utilizarla realmente. No hay que olvidar para que hacemos las cosas, quizá baste con éso para no caer en la esclavitud de la vida diaria, para no ser absurdo.

1 comentario:

Miguel dijo...

que onda, aqui de chismoso, leyendo lo que escribes en tus ratos de debraye, me latio, pero creo que ni siendo el bagabundo se puede salir de la sociedad, el mismo ocupa un lugar en esa sociedad, sinceramente no veo forma de salir del sistema, seas alguie que aproveche o no la vida, no es que puedas salir del sistema, simplemente estas eligiendo el roll que vas a jugar dentro de el, y no creo que la sociedad se halla hecho para hacer la vida del hombre mas confortable, creo que la sociedad no se hizo con un fin, si no que se fue dando en funcion de una necesidad de superviencia no de confort, y me encantaria que todos pudieramos ver esa realidad de la que hablas, de ver la verdadera finalidad de nuestras acciones, pero es mucho pedir que todos busquemos un mismo fin, seria eso equivalente a pedir que todos vivieramos una igual similar, y para nada tu realidad sera igual a la de nadie, por mil razones todos buscamos algo diferente, aun cuando digamos lo mismo o querramos lo mismo cada quien tiene un protosito distinto. cada caveza es un mundo.